Los Tiburones Azules se clasificarán para la Copa Mundial de la FIFA 26™ si se imponen a Esuatini en casa
La ampliación del certamen a 48 participantes ha permitido a más selecciones soñar con viajar a la gran cita
La financiación del Programa Forward de la FIFA ha impulsado el desarrollo del fútbol en el archipiélago
La ampliación de la Copa Mundial de la FIFA™ a 48 participantes ha permitido a más selecciones soñar con la clasificación para el torneo. Y para el remoto archipiélago de Cabo Verde, lo que antes era una fantasía está a punto de convertirse en realidad. Una victoria en casa ante Esuatini el lunes, 13 de octubre, otorgaría a los Tiburones Azules el pase para su primera Copa Mundial de la FIFA™ como líderes del Grupo D. Si lo logran, Cabo Verde se convertiría en el segundo país con menos habitantes en participar en el certamen, tras Islandia.
Aunque tampoco es algo que haya ocurrido por accidente. Fundada en 1982 y miembro de la FIFA desde 1986, la Federación Caboverdiana de Fútbol (FCF) ha trabajado a conciencia para hacer crecer el fútbol en el país.
La financiación del Programa Forward de la FIFA ha contribuido a este desarrollo con la construcción de canchas de césped artificial en el municipio de Santa Cruz, en la isla de Santiago, en beneficio de los equipos de la región y para dar más oportunidades de jugar al fútbol a la juventud.
La iniciativa también brindó su apoyo financiero a la renovación del Estadio Adérito Sena, en la isla de São Vicente, con la mejora de los vestuarios y espacios adaptados al público para permitir a la selección albergar un clasificatorio de la Copa Mundial de la FIFA 2022™. La sede de la FCF y el centro de entrenamiento se renovaron y, más recientemente, Cabo Verde se benefició del apoyo de la FIFA al participar en la FIFA Series, un proyecto piloto diseñado para facilitar partidos amistosos entre selecciones de diferentes confederaciones que normalmente no tendrían la posibilidad de enfrentarse.
Con el pitido inicial a la vuelta de la esquina, la emoción en el archipiélago es palpable, y el gobierno ha declarado medio día festivo en todo el país para que sus alrededor de 525.000 habitantes tengan la oportunidad de ver si el combinado nacional hace historia. Cabo Verde es un país apasionado por el fútbol. Hasta tal punto que los aficionados flanquearon la carretera al aeropuerto cuando la selección viajó a Libia para disputar su anterior clasificatorio fuera de casa, que terminó en un emocionantísimo empate a 3-3. Las entradas para el partido en el Estádio Nacional se vendieron en su totalidad en tiempo récord.
"Solo con pensarlo se me pone la carne de gallina, porque será increíble", afirmó Victor Hugo Fortes, periodista deportivo y exjugador internacional de baloncesto. "Este año celebramos 50 años de independencia, así que sería increíble coronar la efeméride con un logro tan grande, alcanzar la Copa Mundial [de la FIFA] por primera vez".
Si se clasifica, Cabo Verde seguirá los pasos de Jordania y Uzbekistán, que ya se han asegurado su billete para la Copa Mundial de la FIFA por primera vez en su historia. Entretanto, otras selecciones de la CAF, la Concacaf y la OFC, como Benín, Burkina Faso, Curazao, Gabón, Madagascar, Nueva Caledonia, Surinam y Uganda, acarician el sueño de debutar en el certamen, directamente como ganadoras de su grupo, o a través del Torneo Clasificatorio, que se disputará en marzo de 2026.
Los Tiburones Azules tuvieron que esperar hasta 2013 para debutar en la CAN, pero ahora suman ya cuatro participaciones, y en la edición de 2023 alcanzaron los cuartos de final, donde cayeron en los penales a manos de Sudáfrica.
La remota localización geográfica del país y su clima árido, con pocos recursos naturales, hacen el progreso de la selección aún más extraordinario.
"El dicho reza, 'Aprendimos a sobrevivir con nada', porque nuestro país es seco, no llueve mucho y es árido", añadió Victor Hugo, que militó en la selección caboverdiana de baloncesto que en 2007 conquistó el bronce en el Campeonato Africano de Baloncesto. "Carecemos de recursos naturales, pero tenemos el mar y el sol, y eso es lo que nos define. Hemos aguantado tanto tiempo que nos hemos vuelto más duros. Y esa misma resiliencia impulsa a los jugadores sobre el césped hoy, así como a los aficionados que animan a la selección nacional, ayudándonos a lograr esas victorias".
Jugadores nacidos en el país o de ascendencia caboverdiana han brillado en torneos previos de la Copa Mundial de la FIFA, como Nani (Portugal), Patrick Vieira (Francia) y Gelson Fernandes (Suiza).
Pero tener a su propia selección en el certamen sería una gran alegría para el país. "Aquí el fútbol se vive y se respira. Animamos a equipos y selecciones de todas partes, y ahora tenemos la posibilidad de animar a nuestra propia selección. Eso es algo que no se puede describir", apuntó Cristiano Barbosa, fotógrafo caboverdiano que fue testigo y grabó uno de los logros deportivos que más orgullo suscita en el país, su primera medalla olímpica, el bronce del boxeador Daniel Varela de Pina en París 2024, en la categoría de 51 kg.
"Hemos visto a caboverdianos triunfar en otros deportes recientemente, pero el fútbol, creo que es más especial. Y para los niños que están acostumbrados a jugar al fútbol desde que aprenden a caminar -porque jugamos con todo lo que encontramos en la calle y en la escuela- poder ver a la selección nacional por televisión, jugando en la Copa Mundial [de la FIFA]", explicó. "Es algo que estoy seguro sienten como algo muy especial, [poder] ver al país en la escena mundial".